Tomates sin sal
( agricultura - Huerto )
TEATROTERAPIA PARA UNIR ALCAMPO ALMERIENSE
¡Que viene el lobo! ¡Que viene el lobo! La temida liberalización de los mercados ya está aquí, la palpamos y la sentimos. Grandes y finos son los colmillos ¡qué miedo! ¿Nos comerá de un solo bocado, o disfrutará viendo como nos autoengañamos? ¡No pasa nada! – Pensaran algunos-. Por muy grandes y afilados que tenga los colmillos el lobo – a mí no me va a comer- (reflexiona el listo).
Grandes sueldos garantizan el buen vivir del colectivo ¨listos sin fronteras¨.
Puede ser acertado el título de la obra de teatro que nos va a ayudar a unir el campo almeriense: ¨TOMATES SIN SAL¨. ¡Qué buenos están los tomates! Pero les falta una poquita de sal – piensan últimamente muchos agricultores, que no entienden por qué van las cosas mal desde hace unos años y no se toman medidas urgentes que fortalezcan nuestra posición en los mercados -.
Y el ¨tonto¨ contesta – EL TOMATE NO TIENE SAL -.
Cogemos al ¨listo¨, y le cambiamos el personaje; le quitamos las máscaras y el texto de cuenta cuentos, de peliculero del oeste, y le damos unas alpargatas, una boina , y una borrica para que se pasee por su cortijá.
La catarsis está a punto de producirse, y así daremos un paso muy importante para crear un sentimiento común de supervivencia hortofrutícola.
Aparece en escena el ¨tonto, que como ustedes saben, siempre dice la verdad. Piensa el tonto: el escenario actual de los mercados, no tiene nada que ver con el de hace diez años; los costes de producción aumentan y el precio de las hortalizas baja. El ¨tonto¨ tiene razón – comentan muchos agricultores -.
La higiene del campo es necesaria y fundamental para garantizar una producción libre de plagas – dice el tonto -. ¿ Y de la higiene de las infraestructuras mentales? Pregunta una vocecita a lo lejos ¿Qién se encarga? Yo me encargo – contesta el tonto - . ¿Cómo lo vas a hacer? – pregunta la vocecita-.
Entra en escena un grupo de palmeros, yo les llamo ¨compadres sin fronteras¨; palmadita por aquí, palmadita por allá, sonrisitas, chistes, buenas comidas, y a vivir que son dos días. De la productividad,la competitividad, la rentabilidad que se encarguen otros – vocean los palmeros -. El ¨listo¨ se siente seguro y protegido con sus colaboradores. ¡Todo está bien! ¿Para qué vamos a unir al campo, si ya nos unen nuestros intereses personales? – comenta un palmero -.
Manuel López Jerez. Consultor y coach empresarial

Fecha de inserción: 13-12-2009 a las 00:00:00